La obra presenta tres monitores suspendidos y una gran proyección en el suelo. Articulando los testimonios de tres miembros de una familia de Kabyles, Argelia, el artista busca a reconstituir el hilo conductor que une la historia del padre minero, fallecido, representado en la proyección del suelo y la historia de los hijos en el presente, que han tomado la opción de trabajar en lo social. Poniendo en paralelo la época industrial y post-industrial, la pantalla proyecta en el suelo las imágenes de archivos y las imágenes de los barrios obreros actuales.